"FUEGO" por el P. Cristobal Fones sj inspiradas en las palabras de San Alberto Hurtado

martes, 12 de octubre de 2010

LOS MILAGROS DEL PADRE HURTADO

La Sagrada Congregación para la Causa de los Santos aceptó y eligió los siguientes dos milagros que sirvieron para la causa de beatificación y la canonización respectivamente.

La Compañía de Jesús, a través del Postulador General, y la Iglesia Católica de Chile presentaron evidencias de otros milagros más, pero estos dos fueron los más resaltantes.

MILAGRO APROBADO PARA LA BEATIFICACIÓN

El 9 de noviembre de 1993, la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos, en el Vaticano, ratificó en sesión solemne de Cardenales y Obispos, la existencia de un auténtico milagro, en la persona de doña María Alicia Cabezas Urrutia, realizado por intercesión del Padre Alberto Hurtado Cruchaga, S.J.

El milagro consistió en una súbita e inesperada recuperación de una paciente, que fue más allá del tratamiento médico, en contra del pronóstico de su inminente muerte. En menos de un mes, entre julio y agosto de 1990, María Alicia sufrió tres hemorragias cerebrales masivas, de las que nadie sobrevive, y dos infartos cerebrales, que incluso le dejaron muerta, para siempre, una parte del cerebro. Sin embargo, ella actualmente vive y trabaja en forma normal, sin secuela alguna.

El camino de la cruz

María Alicia, de 34 años, trabajaba como asesora del hogar en casa de doña María de los Ángeles Amenábar de Cruz, secretaria del colegio San Ignacio de El Bosque. El 25 de julio de 1990, sufrió una hemorragia subaracnoídea, por rotura de un aneurisma cerebral. En estado de coma, fue trasladada al instituto de neurocirugía de Santiago, donde ingresó con el peor diagnóstico médico, "Glasgow 3". La mitad de los pacientes muere en esas condiciones. A los sobrevivientes hay que operarlos rápidamente, ara salvarles la vida, aunque queden con lesiones, pues estas hemorragias suelen repetirse, y según las estadísticas médicas, en una segunda hemorragia muere el cien por ciento de los pacientes.

A María Alicia no se la pudo operar por estar muy mal. De intentarlo moriría.

El 2 de agosto le sobrevino una segunda hemorragia, también masiva, y debió morir.

El 4 de agosto, le sobrevino un tercer episodio hemorrágico, también masivo, ¡Y no murió!. Extrañados los médicos tratantes, Felipe Valdivia, y Freddy Ayach, aunque la paciente estaba en coma, la sometieron a un tratamiento nuclear que demostró una falta de flujo sanguíneo en el cerebro, si esta situación se mantenía, la paciente moriría en unos quince minutos. Según los médicos, María Alicia estuvo así muchas horas. Ella, hasta el día de hoy tiene partes de su cerebro muertas, y sobrevive sin secuelas.

Entretanto, ella seguía en coma con altísima fiebre y varias infecciones. El director del instituto, doctor Reinaldo Poblete, era partidario de desconectar a la paciente de los aparatos que la mantenían con vida. "Hay muerte clínica", sentenció.

El Señor de la vida se hace presente

Desde el 25 de julio, día de la primera hemorragia, en el hogar de la señora María de los Ángeles se hicieron oraciones al Padre Hurtado pidiéndole un milagro para salvar la vida de María Alicia. El 17 de agosto, víspera del día del Padre Hurtado, unas 400 personas peregrinaron a su tumba y celebraron la eucaristía, rogándole especialmente por ella, dejando expresa constancia en el libro de peticiones.

Entretanto, la doctora jefe de la UTI, en el instituto de neurocirugía, hacía su visita rutinaria a la paciente. Con enorme sorpresa, notó que la alta fiebre había desaparecido, y que María Alicia había recuperado la conciencia. Podía hablar, e incluso mover sus dedos y extremidades, lo que antes no podía hacer, y reconocía nombres y caras. Tanto así, que esa tarde se la envió a la sala común.

Esa súbita recuperación, inesperada e inexplicable a la ciencia médica, permitió prepararla para una ulterior operación, que previniera nuevas hemorragias. El 25 de septiembre la operó durante siete horas, pero ya sin riesgo, para suturar el lugar de las hemorragias. Fue entonces, cuando el doctor Valdivia vio -según lo declarado después- las muestras evidentes del infarto cerebral.

El 8 de octubre de ese año, María Alicia estaba de vuelta en su casa, completamente sana.


MILAGRO APROBADO PARA LA CANONIZACIÓN

Cuando no tenemos explicaciones, cuando la ciencia médica dice hasta aquí llegamos, cuando buscamos palabras para tratar de entender que algo extraordinario ha ocurrido, hablamos de un milagro.

Eso ocurrió con Viviana Marcela Galleguillos Fuentes. Una joven, como cualquier otra, que hoy estudia arquitectura y que en 1996 estaba en el colegio. Ese año fue crucial en su vida. Un accidente automovilístico junto a un grupo de amigos, pudo haber truncado su vida. Sin embargo eso no ocurrió. El accidente ocurrido cerca de Papudo, la dejó con un problema cerebral de extrema gravedad, que durante varios días parecía insalvable.

En el hospital de Valparaíso los médicos le advirtieron a sus padres que no se hiciera grandes ilusiones, pues la situación clínica no daba esperanzas. Su padre se vino a Santiago al santuario del Padre Hurtado y aunque era de madrugada, él rezó y esperó hasta que se abriera para poner su caso en la tumba de este gran hombre. Sería él quien haría de intermediario frente a Dios todopoderoso para volver a la vida a su única hija. El padre hizo su oración de petición y la dejó estampada en el libro que hay en la tumba. Su madre y sus abuelos hicieron otro tanto con cadenas de oración.

A los 12 días m/m, ella despertó como de una gran siesta, sin explicarse por qué se encontraba ahí. No tenía vestigios de nada, no había secuelas de ninguna especie. Los médicos no tenían explicación. A los dos días se había retirado del hospital por sus propios medios. Entonces vinieron a dar gracias a la casa del P. Hurtado y describieron su caso nuevamente en el libro. Este hecho sirvió para que se iniciara la investigación por parte de la comisión médica chilena y luego lo hicieran en Roma. El proceso fue largo, pero finalmente se reconoció que la intercesión de Alberto Hurtado, había permitido que Vivi, como la llaman todos, pudiera encontrarse en medio de nosotros gozosa y agradecida de la nueva vida que el Señor le regalaba.

FUENTE:

• Fundación Padre Hurtado:

http://www.padrealbertohurtado.cl/


CRÉDITO DE FOTOS:


FOTO 1 .- El caso de María Alicia Cabezas fue considerado el primer milagro del jesuita chileno, que lo elevó a beato de la Iglesia Católica.

Fuente: Revista Ercilla [http://www.ercilla.cl/nanterior/n3239/padrehurtado.html].

FOTO 2.- "SIENTO UNA ADMIRACIÓN INMENSA"
La joven Vivianne Galleguillos, favorecida con el hoy aprobado segundo milagro del santo jesuita, habló de sus sentimientos con el padre Hurtado al visitar dependencias del Hogar de Cristo.
FELIPE GÁLVEZ TABACH.
Fuente: El Mercurio S.A.P. [http://www.emol.com/especiales/padre_hurtado05/vivianne_galleguillos.htm].

23 DE OCTUBRE 2005-2010 • QUINTO ANIVERSARIO DE LA CANONIZACIÓN DEL PADRE HURTADO PARA MAYOR GLORIA DE DIOS



SOLEMNE CONCLUSIÓN DE LA XI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS, DEL AÑO DE LA EUCARISTÍA Y CEREMONIA DE CANONIZACIÓN DE LOS BEATOS:

  • JÓZEF BILCZEWSKI
  • CAYETANO CATANOSO
  • SEGISMUNDO GORAZDOWSKI
  • ALBERTO HURTADO CRUCHAGA
  • FÉLIX DE NICOSIA

HOMILÍA DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI

Plaza de San Pedro

Jornada Mundial de las Misiones

Domingo 23 de octubre de 2005


(resúmen)


Venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas:


En este XXX domingo del tiempo ordinario, nuestra celebración eucarística se enriquece con diversos motivos de acción de gracias y de súplica a Dios. Se concluyen simultáneamente el Año de la Eucaristía y la Asamblea ordinaria del Sínodo de los obispos, dedicada precisamente al misterio eucarístico en la vida y en la misión de la Iglesia, y acaban de ser proclamados santos cinco beatos: el obispo José Bilczewski, los presbíteros Cayetano Catanoso, Segismundo Gorazdowski y Alberto Hurtado, y el religioso capuchino Félix de Nicosia. Además, se celebra hoy la Jornada mundial de las misiones, cita anual que despierta en la comunidad eclesial el impulso a la misión.


Con alegría dirijo mi saludo a todos los presentes, en primer lugar a los padres sinodales, y después a los peregrinos que han venido de varias naciones, juntamente con sus pastores, para festejar a los nuevos santos. La liturgia de hoy nos invita a contemplar la Eucaristía como fuente de santidad y alimento espiritual para nuestra misión en el mundo: este supremo "don y misterio" nos manifiesta y comunica la plenitud del amor de Dios.


La palabra del Señor, que acaba de proclamarse en el Evangelio, nos ha recordado que toda la ley divina se resume en el amor. El doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo encierra los dos aspectos de un único dinamismo del corazón y de la vida. Así, Jesús cumple la revelación antigua, sin añadir un mandamiento inédito, sino realizando en sí mismo y en su acción salvífica la síntesis viva de los dos grandes mandamientos de la antigua alianza: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón..." y "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (cf. Dt 6, 5; Lv 19, 18).


En la Eucaristía contemplamos el Sacramento de esta síntesis viva de la ley: Cristo nos entrega en sí mismo la plena realización del amor a Dios y del amor a los hermanos. Nos comunica este amor suyo cuando nos alimentamos de su Cuerpo y de su Sangre. Entonces puede realizarse en nosotros lo que san Pablo escribe a los Tesalonicenses en la segunda lectura de hoy: "Abandonando los ídolos, os habéis convertido, para servir al Dios vivo y verdadero" (1 Ts 1, 9). Esta conversión es el principio del camino de santidad que el cristiano está llamado a realizar en su existencia. El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su verdad perfecta, que es progresivamente transformado. Por esta belleza y esta verdad está dispuesto a renunciar a todo, incluso a sí mismo. Le basta el amor de Dios, que experimenta en el servicio humilde y desinteresado al prójimo, especialmente a quienes no están en condiciones de corresponder. Desde esta perspectiva, ¡cuán providencial es que hoy la Iglesia indique a todos sus miembros a cinco nuevos santos que, alimentados de Cristo, Pan vivo, se convirtieron al amor y en él centraron toda su existencia! En diversas situaciones y con diversos carismas, amaron al Señor con todo su corazón y al prójimo como a sí mismos, y "así llegaron a ser un modelo para todos los creyentes" (1 Ts 1, 6-7).


(...)


"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón... y a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 22, 37. 39). Este sería el programa de vida de san Alberto Hurtado, que quiso identificarse con el Señor y amar con su mismo amor a los pobres. La formación recibida en la Compañía de Jesús, consolidada por la oración y la adoración de la Eucaristía, le llevó a dejarse conquistar por Cristo, siendo un verdadero contemplativo en la acción. En el amor y entrega total a la voluntad de Dios encontraba la fuerza para el apostolado. Fundó El Hogar de Cristo para los más necesitados y los sin techo, ofreciéndoles un ambiente familiar lleno de calor humano. En su ministerio sacerdotal destacaba por su sencillez y disponibilidad hacia los demás, siendo una imagen viva del Maestro, "manso y humilde de corazón". Al final de sus días, entre los fuertes dolores de la enfermedad, aún tenía fuerzas para repetir: "Contento, Señor, contento", expresando así la alegría con la que siempre vivió.


(...)


Los trabajos sinodales nos han permitido profundizar en los aspectos más importantes de este misterio dado a la Iglesia desde el inicio. La contemplación de la Eucaristía debe impulsar a todos los miembros de la Iglesia, en primer lugar a los sacerdotes, ministros de la Eucaristía, a renovar su compromiso de fidelidad. En el misterio eucarístico, celebrado y adorado, se funda el celibato, que los presbíteros han recibido como don valioso y signo del amor indiviso a Dios y al prójimo.


También para los laicos la espiritualidad eucarística debe ser el motor interior de toda actividad, y no se puede admitir ninguna dicotomía entre la fe y la vida en su misión de animación cristiana del mundo. Mientras se concluye el Año de la Eucaristía, ¡cómo no dar gracias a Dios por los numerosos dones concedidos a la Iglesia en este tiempo! Y ¡cómo no recoger la invitación del amado Papa Juan Pablo II a "recomenzar desde Cristo"! Como los discípulos de Emaús, que, con el corazón ardiendo por la palabra del Resucitado e iluminados por su presencia viva, reconocida en la fracción del pan, volvieron de inmediato a Jerusalén y se convirtieron en anunciadores de la resurrección de Cristo, también nosotros reanudemos nuestro camino animados por el vivo deseo de testimoniar el misterio de este amor que da esperanza al mundo.


En esta perspectiva eucarística se sitúa bien la Jornada mundial de las misiones, que celebramos hoy y a la que el venerado siervo de Dios Juan Pablo II había dado como tema de reflexión: "Misión: Pan partido para la vida del mundo". La comunidad eclesial, cuando celebra la Eucaristía, especialmente en el día del Señor, toma cada vez mayor conciencia de que el sacrificio de Cristo es "por todos" (Mt 26, 28), y la Eucaristía impulsa al cristiano a ser "pan partido" para los demás, a trabajar por un mundo más justo y fraterno. También hoy, ante las multitudes, Cristo sigue exhortando a sus discípulos: "Dadles vosotros de comer" (Mt 14, 16), y, en su nombre, los misioneros anuncian y testimonian el Evangelio, a veces incluso con el sacrificio de su vida.


Queridos amigos, todos debemos recomenzar desde la Eucaristía. Que María, Mujer eucarística, nos ayude a estar enamorados de ella y a "permanecer" en el amor de Cristo, para que él nos renueve íntimamente. Así, dócil a la acción del Espíritu y atenta a las necesidades de los hombres, la Iglesia será cada vez más faro de luz, de verdadera alegría y de esperanza, realizando plenamente su misión de "signo e instrumento de unidad de todo el género humano" (Lumen gentium, 1 [http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19641121_lumen-gentium_sp.html]).


FUENTE:

• Vatican.va - Página Web Oficial de la Santa Sede © 2005 - 2010 · Libreria Editrice Vaticana:

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2005/documents/hf_ben-xvi_hom_20051023_canonizations_sp.html


CRÉDITO DE IMAGEN:

Palio desplegado con la imagen del Padre Hurtado en el momento en que se inscribe su nombre en la lista de los santos por el Papa Benedicto XVI.
Domingo 23 Octubre 2005. Plaza de San Pedro de Roma.
Fuente:

• Iglesia.cl - Portal de la Conferencia Episcopal de Chile:

◘ http://www.iglesia.cl/especiales/canonizacionprensa/